Rendida la noche a tus miradas
observa el cielo oscuro,
la desnudez de tu terca sinceridad;
desfila, desfila estrella fugaz,
desfila, desfila ola hasta la playa,
desfila bajo el puente del deseo
de la locura y amargura
bajo el humo del cigarro
y la niebla cautiva del bosque.
Rendida la noche a tus miradas,
paseas y desfilas amarga
amarga locura de lo cuerdo
genialidad de lo extraño
huida del alma del cuerpo
de los sollozos de los ojos
presencia de tu falta
amarga tierra estéril
subyugada
esclavizada a las órdenes
y deseos del ser humano.